La quimioterapia usa medicamentos citotóxicos para destruir el cáncer. Citotóxico significa tóxico para las células. Estos fármacos no solo alteran la forma en la que las células cancerosas crecen y se dividen, sino que también pueden afectar a las células normales.

La mayoría se administra por inyección en una vena (vía intravenosa), a través de:

  • Una vía, tubo corto y delgado introducido en una de las venas de la mano o brazo.
  • Un PICC, tubo de plástico colocado en una vena de la parte interior del brazo.
  • Una vía central, tubo de plástico colocado en una vena de su tórax.
  • La quimioterapia normalmente se administra en varias sesiones de tratamiento.

Cada tratamiento es seguido por un período de descanso de unas pocas semanas que permite que su cuerpo se recupere de los efectos secundarios. El tratamiento
y el período de descanso juntos forman lo que se llama un ciclo de
tratamiento. El número de ciclos que tendrá dependerá de los
medicamentos que se utilizan, y de cómo esté funcionando el tratamiento.
La mayoría de la gente puede tener su quimioterapia en forma ambulatoria.

La quimioterapia para el cáncer de ovarios se puede administrar:

  • Después de la cirugía para reducir la posibilidad de que el cáncer regrese (quimioterapia adyuvante). Normalmente se administra cada 3 semanas y suele durar entre 4-5 meses.
  • Antes de la cirugía para que el resultado sea más satisfactoria, se administra 3 ciclos de quimioterapia antes y 3 después. Se valora la efectividad del tratamiento con un escáner y si el médico piensa que la cirugía no es apropiada (tras tener los 3 ciclos de quimio) se administrará otros 6 ciclos completos de quimioterapia.
  • Para aliviar los síntomas causados por el cáncer (en caso que se haya diseminado por el hígado o por el pulmón).

Los medicamentos citotóxicos más comunes administrados para el tratamiento del cáncer de ovario son: doxorubicina liposomal, carboplatino, docetaxel, gemcitabina, topotecan y etopósido.