La mayoría de personas tienen dos riñones. Se encuentran en la parte posterior del cuerpo, uno a cada lado, justo debajo de la caja torácica. Los riñones filtran la sangre y eliminan los productos de desecho, que se convierten en orina.

La orina se drena desde cada riñón, a través de un conducto llamado uréter, a la vejiga, donde se almacena, y sale al exterior a través de la uretra.

La sangre es transportada al riñón a través de un vaso sanguíneo llamado arteria renal. Una vez la sangre ha sido filtrada por cientos de diminutos filtros llamados nefronas, viaja al resto del cuerpo por la vena renal.

Los riñones también ayudan a controlar el equilibro de líquidos, sal y minerales en el cuerpo y a mantener la presión arterial.

Los riñones están contenidos en una cubierta fibrosa llamada fascia de Gerota y rodeados por una capa de grasa. La parte exterior del riñón se llama corteza. La parte interior que recoge la orina se llama médula. En la parte superior de cada riñón se encuentra una pequeña glándula llamada glándula suprerrenal, que produce importantes hormonas.