• Palidez, cansancio y dificultad respiratoria debido a la anemia (disminución de glóbulos rojos en sangre).
  • En muchas ocasiones las manifestaciones clínicas son inespecíficas, con síntomas constitucionales como: fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso y del apetito.
  • Dolor óseo en extremidades y articulaciones.
  • Aumento del tamaño del bazo y de los ganglios linfáticos.
  • Aparición de hematomas (debido al descenso de las plaquetas en sangre, conocido también como trombocitopenia) y petequias.
  • En el 5-8% de los adultos se produce una afectación del sistema nervioso central (SNC) presentando el paciente una clínica de: cefalea, nauseas, vómitos y dolor.