Es un tipo de trasplante que se lleva desarrollando en los últimos años y consiste en la administración de regímenes de quimioterapia a dosis más bajas para que el paciente tenga una mejor tolerancia.

La eficacia del no mieloablativo no está tan demostrada como los mieloablativos pero con este tipo de trasplante se les daría opción de tratamiento a aquellas personas que por sus edad o condición física no son candidatas a un trasplante mieloablativo como los pacientes en edades avanzadas.

La complicación más frecuente es la enfermedad de injerto contra huésped.