La quimioterapia usa medicamentos citotóxicos para destruir el cáncer. Estos fármacos no solo alteran la forma en la que las células cancerosas crecen y se dividen, sino que también pueden afectar a las células normales.

La quimioterapia se administra generalmente durante una sesión de tratamiento. Después de cada sesión por lo general tendrá un período de descanso de unas semanas, permitiendo que su cuerpo se recupere de los efectos secundarios.

El tratamiento y el período de descanso constituyen un ciclo de tratamiento. Su especialista será quien decida cuantos ciclos va a tener.

La quimioterapia más utilizada en la LLC es:


  • Agentes alquilantes: Clorambucil y Ciclofosfamida

El Clorambucil se ha considerado el tratamiento estándar ya que se consigue respuesta en un 40-80% de los casos, utilizándose con más frecuencia en pacientes mayores con co-morbilidades, junto con o sin corticoides. Su uso se suele emplear conjuntamente con un anticuerpo monoclonal anti-CD20 (Rituximab, Ofatumumab, Obinutuzumab).

En pacientes más jóvenes se administra Ciclofosfamida junto con Fludarabina y Rituximab.


  • Análogos de las purinas: Fludarabina

Se comenzó utilizándose en recaídas de LLC pero luego al ser comparada con el Clorambucil, en primera línea de tratamiento, demostró ser más eficaz. Suele utilizarse en combinación con otros agentes citotóxicos y anticuerpos monoclonales para aumentar su eficacia. La principal toxicidad es la hematológica ya que es un gran supresor de la inmunidad celular por lo que aumenta el riesgo de infección en los pacientes. Su uso no está recomendado en pacientes mayores ni aquellos que tengan problemas renales. Suele emplearse en combinación con otros quimioterápicos y con anticuerpos monoclonales. El esquema más empleado es FCR.


  • Bendamustina. Suele emplearse en pacientes que no son candidatos a recibir tratamiento con Fludarabina. Se suele usar en combinación con un anticuerpo monoclonal antiCD20 (Rituximab, Ofatumumab).