• Prostatectomía radical abierta

Consiste en la extirpación de la próstata por una incisión en la parte baja del abdomen. Durante el mismo procedimiento si es necesario se extirparán ganglios linfáticos y vesículas seminales. El objetivo de la cirugía es eliminar cualquier célula cancerígena.

Los efectos secundarios más comunes tras esta operación es la: incontinencia urinaria y la disfunción eréctil.

Normalmente, este tipo de cirugía se emplea solo en casos muy concretos, a día de hoy la cirugía de elección es la prostatectomía radical laparoscópica.


  • Prostatectomía radical laparoscópica

Con esta cirugía no se requiere realizar una incisión en la parte baja del abdomen como la anterior, sino que la próstata se extirpa a través de pequeños orificios que el cirujano hace en el abdomen.

El cirujano introduce un tubo (llamado laparoscopio) por los orificios y mediante la cámara que hay al final del tubo extrae la próstata y tejido de alrededor.

El tiempo de recuperación es menor que en la cirugía abierta.


  • Prostatectomía radical laparoscópica mediante robótica (Técnica DaVinci)

La cirugía y el procedimiento es el mismo que el anterior, con la única diferencia que la cirugía la realiza un robot controlado por un cirujano.

Es una técnica muy novedosa y no todos los hospitales tienen acceso a la misma.