A veces se pueden utilizar otros tratamientos para tratar pequeños tumores (menores de 3cm) en lugar de tratarlos con las operaciones estándar.

Estos tratamientos se llevan a cabo a través de la piel (percutáneos) y pretenden causar menos efectos secundarios que una operación del riñón. También tienen tiempos de recuperación más rápidos. Estos incluyen:

- Ablación por radiofrecuencia (RFA)

- Crioterapia

- Ultrasonido de alta intensidad

- Embolización


Pueden ser adecuados para pacientes con tumores renales pequeños (estadio 1) que no sean aptos para una cirugía estándar.


  • Ablación por radiofrecuencia (RFA)

Se utiliza calor para destruir células cancerosas. Puede ser necesario realizarlos más de una vez. Se realiza en el departamento de rayos o mediantes una cirugía mínimamente invasiva.

Se puede administrar un medicamento para relajarle y un anestésico local para adormecer el área del riñón. Mediante las imágenes producidas por una ecografía o TC se ve el área del riñón que necesita tratamiento.

Los efectos secundarios de la RFA pueden incluir dolor en la zona de los riñones, sangrado e infección. En un pequeño número de personas, la RFA puede causar una obstrucción en el tubo que conecta el riñón con la vejiga (uréter). También puede causar daños en el intestino.


  • Crioterapia

La crioterapia utiliza temperaturas muy frías para destruir el cáncer. Se realiza generalmente bajo anestesia general.

Se colocan sondas en el centro del tumor por las que se administra el refrigerante que congela y destruye las células del cáncer y una pequeña área de tejido sano circundante (aproximadamente 1cm).

Los efectos secundarios pueden incluir dolor en la zona de los riñones, sangrado e infección. En un pequeño número de personas, el tratamiento puede causar una obstrucción en el tubo que conecta el riñón a la vejiga (uréter). También puede causar daños en el intestino.


  • Ultrasonido de alta intensidad

Este es un tratamiento más reciente. Utiliza ondas sonoras de alta energía y alta frecuencia focalizadas para producir altas temperaturas en el interior de las células tumorales y destruirlas. Se usa con menos frecuencia que los tratamientos anteriores para el cáncer de riñón.

Se puede llevar a cabo bajo anestesia local o general. Los efectos secundarios pueden incluir dolor en la zona de los riñones, sangrado e infección. Puede ser necesario realizarlo más de una vez.


  • Embolización

Si la cirugía para extirpar el riñón no es posible debido a su estado de salud general o debido a que el tumor es demasiado grande, puede ser posible bloquear el suministro de sangre del tumor. Esto se llama embolización. Puede ayudar a controlar los síntomas como el sangrado.

Se introduce un catéter por un vaso sanguíneo de la ingle hasta la arteria que suministra sangre al riñón, con la ayuda de imágenes de rayos X como guía. Se inyecta una sustancia por el catéter que bloquea el suministro de sangre al riñón y corta el suministro de oxígeno y nutrientes al tumor.

Este tratamiento a veces puede causar dolor en la espalda y una elevada temperatura, por lo que puede que tenga que permanecer en el hospital durante unos días después.