La supervivencia de los pacientes tras la recidiva es sólo del 5-10% a los 5 años mientras que sin tratamiento la esperanza de vida es de semanas.

Las recaídas se producen con una clínica y una sintomatología muy evidente, por lo que una vez que se ha confirmado la recaída, el médico debe de decidir si se debe de tratar y qué tipo de tratamiento es el mejor. Todo esto va a depender de: la duración de la primera remisión y de los resultados de citogenética y genética molecular.

En el tratamiento de la recaída se suele utilizar el mismo régimen que se utilizó previamente en la inducción. Sin embargo, hay autores que recomiendan regímenes más intensos con Fludarabina y Clofarabina (combinándolos con ARA-C a dosis intermedias o altas).

Los esquemas de quimioterapia que se pueden utilizar para tratar la recaída son:

  • IDA/FLAG: Idarrubicina, Fludarabina, Ara-C y G-CSF
  • EMA: Etopósido, Mitoxantrone y Ara-C
  • ICE: Idarrubicina, Ara-C y Etopósido
  • IDICE: Idarrubicina, Ara-C, Etopósido y G-CSF