Para poder diagnosticar correctamente el LH es necesario realizar una biopsia del ganglio afectado y debe de ser analizada después por un patólogo. Después de la biopsia puede que sienta la zona un poco dolorida y puede que aparezca algún hematoma.

Una vez que se establece el diagnóstico histológico, se realizarán pruebas complementarias para completar la historia clínica como: exploración clínica, análisis de sangre y funciones hepáticas y renales. También se realizarán TAC (tomografía axial computerizada), PET (tomografía por emisión de positrones) para conocer en que sitios encontramos la enfermedad y biopsia de la médula ósea.

Estadios del LH

Una vez realizado el estudio histológico y las pruebas complementarias mencionadas anteriormente, se procede a clasificar la enfermedad dependiendo de dónde se localice y por dónde está extendiéndose. La clasificación ayuda a planear y decidir cuál es el mejor tratamiento.

  • Estadio I: El linfoma afecta exclusivamente a un área ganglionar o a una única estructura linfoide como el bazo o el timo.
  • Estadio II: El linfoma afecta a dos o más áreas ganglionares localizadas a un mismo lado del diafragma.
  • Estadio III: Afectación de áreas ganglionares localizadas a ambos lados del diafragma.
  • Estadio IV: Afectación de varios órganos no linfáticos o cuando existe afectación multifocal de un solo órgano no linfático o afectación de la médula ósea.

Después de clasificar el linfoma se le añade unos subtítulos que solo aportan información:

A: no síntomas asociados

B: fiebre de ≥38º, sudoración nocturna, inexplicable pérdida de peso de más del 10% en los últimos meses

X: Enfermedad voluminosa, denominada bulky aquella de más de un tercio del diámetro del mediastino o una masa tumoral de más de 10 cm de tamaño.

E: Afectación de un sitio único extranodal contiguo o próximo a un sitio nodal.