Antes de un trasplante, se administra el tratamiento en dosis altas para tratar de destruir las células cancerosas restantes. Esto se conoce como tratamiento de acondicionamiento. Por lo general, deberá permanecer en el hospital para recibir el tratamiento.

Se le dará una combinación de medicamentos de quimioterapia a través de su PICC o línea central. Algunas personas también reciben radioterapia en todo el cuerpo (rradiación corporal total). Uno o dos días después de haber terminado el tratamiento con dosis altas, una enfermera le dará las células madre recolectadas a través de su línea central o PICC. Las células madre viajan a través de la sangre a la médula ósea, donde comienzan a producir células sanguíneas.

Usted permanecerá en el hospital hasta que su recuento de sangre aumente. Esto puede tomar de 2-3 semanas. Hasta entonces, estará en alto riesgo de infección y de los efectos secundarios. Pero estará monitoreado muy de cerca con una rutina diaria de cuidado.

Una vez que sus niveles sanguíneos suban, su equipo médico planificará el regreso a casa.