Los ensayos clínicos investigan nuevos tratamientos para ver si son más eficaces que los tratamientos estándar ya disponibles. Esto puede ser a prueba de un nuevo fármaco, la investigación de diferentes formas de llevar a cabo una operación o una nueva forma de dar un tratamiento. Tienen como objetivo encontrar los tratamientos que mejor funcionan y causan menos efectos secundarios.

Pueden llevarse a cabo para:

  • probar nuevos tratamientos, como medicamentos de quimioterapia, la terapia génica o vacunas contra el cáncer
  • buscar nuevas combinaciones de tratamientos existentes, o cambiar la forma en que se dan, para que sean más eficaces o para reducir los efectos secundarios
  • comparar la eficacia de los fármacos utilizados para controlar los síntomas
  • averiguar cómo funcionan los tratamientos de cáncer
  • ver qué tratamientos son los más rentables.

También hay ensayos que se centran en la mejora de la prevención, la detección, el diagnóstico y la calidad de vida.