• Vincristina liposomal: disminuye la toxicidad pero en comparación con la vincristina convencional, produce más neutropenias.
  • Citarabina liposomal: de administración intratecal pero aumenta la neurotoxicidad.
  • L-asparaginasa encapsulada dentro de hematíes (GRASPA) y pegilada.
  • Inotuzumab: es un anticuerpo monoclonal dirigido frente a una proteína que tienen las células de la enfermedad, conocida como CD22, que ha demostrado una cierta actividad en recaída.
  • Blinatumomab: es una molécula que es capaz de unir un linfocito T en las proximidades de una célula tumoral. La activación del linfocito T en la proximidad de la célula tumoral permite destruir la célula tumoral.
  • Los CARS son células inmunes del paciente manipuladas para dirigirlas frente a una estructura relativamente específica de las células tumorales. Están siendo muy eficaces en leucemia linfoide aguda y leucemia linfática crónica. El desarrollo de esta tecnología está siendo muy rápido, pero existen importantes barreras técnicas y económicas que dificultan su extensión.
  • Hay otros muchos fármacos en desarrollo, que podrían ser específicos de ciertos subtipos de LAL que presenten alteraciones moleculares concretas, p.e. inhibidores de MLL, via JAK, IKAROS, mTOR en pacientes que lo presentan mutado. Este tipo de diseño de tratamiento está basado en alteraciones específicas propias de cada paciente. El tratamiento se iniciaría tras la detección de las alteraciones concretas para las cuales se disponga de un fármaco que neutralice el efecto nocivo de la alteración hallada, es lo que se ha dado en llamar medicina personalizada y tratamiento dirigido.